En la madrugada del martes llovió todo lo que se esperaba para abril
El Gobierno municipal recibe una ola de críticas por la falta de previsión
En un solo día llovió este martes en Buenos Aires todo lo que se preveía para abril. Nunca antes había caído tanta agua en este mes del otoño austral en la capital argentina. Los 155 milímetros que, según los datos oficiales, se derrumbaron entre la medianoche del lunes al martes y las siete de la mañana inundaron diversos barrios de la ciudad y sus suburbios y dejaron ocho muertos.
Trenes y líneas de metro quedaron sin funcionamiento, algunos vehículos fueron arrastrados por la corriente y hubo cortes del servicio eléctrico. El caos también provocó críticas por presunta falta de prevención y falta de asistencia a los damnificados contra el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, que anhela suceder en 2015 a la peronista Cristina Fernández de Kirchner en la presidencia argentina.
Las inundaciones afectaron sobre todo el norte de la capital. En algunas zonas de los barrios porteños de Belgrano y Saavedra había un nivel de más de un metro de agua sobre las calles. Ocho adultos y ancianos perdieron la vida, dos de ellos por paros cardíacos y otros dos electrocutados. Seis casos ocurrieron en la capital y dos en la periferia, en el llamado Gran Buenos Aires.
Un trabajador del metro falleció electrocutado por las vías
Dos de los fallecidos eran de Saavedra, donde meses antes vecinos habían protestado por las obras de un centro comercial que, según ellos, había provocado reiteradas inundaciones. Una muerte ocurrió en Colegiales, otra en Villa del Parque y dos en Villa Urquiza, donde un trabajador del metro que falleció electrocutado cuando trabajaba en los rieles de la línea B. Tras el incidente, los operarios de la línea se declararon en huelga para protestar por las condiciones laborales. “Esto fue un asesinato, no un accidente”, dijo el delegado sindical Claudio Dellecarbonara. El dirigente responsabilizó a la compañía privada licenciataria del metro, Metrovías, propiedad del grupo local Roggio, al Gobierno de Macri y al de Fernández, que a principios de 2012 cedió el control del servicio a Buenos Aires. “Es la tercera muerte en un año y medio”, se quejó Dellecarbonara. “El tercer riel (del metro) no debería haber estado electrificado porque estaba inundada la estación. El compañero murió por la negligencia y la falta de interés de la empresa y los gobiernos”, atacó el sindicalista. Antes de la huelga, el anegamiento de las vías había llevado a que cuatro líneas de metro operaran en circuitos reducidos. Lo mismo sucedió en dos ferrocarriles de cercanías.
Por la red social Twitter llovieron los reproches contra el jefe de Gobierno porteño. Allí los kirchneristas se preguntaban dónde estaba Macri. El alcalde había aprovechado la Semana Santa y los festivos de este lunes y martes en Argentina por el homenaje a los combatientes en la Guerra de Malvinas (1982) para tomarse unas vacaciones. También había viajado su jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.
“No lo busquen a Macri porque está descansando en Trancoso, Brasil. Tampoco a Rodríguez Larreta, está en Europa”, contestó por Twitter el concejal Aníbal Ibarra, exalcalde destituido por su actuación en el incendio de una discoteca en 2004. El portavoz del alcalde dijo que su jefe estaba emprendiendo el viaje de regreso.