El fuerte temporal de levante anega campos e inunda casas en el Alt Empordà
El agua entra en la estación del AVE de Girona y obliga a suspender la circulación de trenes
Marta Rodríguez Girona 30 NOV 2014 - 22:14 CET
El fuerte temporal de levante que ha azotado las comarcas de Girona desde el sábado podría haberse cobrado la primera víctima. Los equipos de emergencia estuvieron buscando, sin éxito, a una joven de 20 años que hacía senderismo por la zona de Sadernes en Montagut (Garrotxa) y habría caído a la riera de Llierca. La búsqueda empezó a primera hora de la tarde y fue suspendida cuando oscureció. El temporal provocó cientos inundaciones de bajos y garajes. Los bomberos tuvieron que realizar 681 salidas en toda Cataluña, de las que la mayoría fueron en la provincia de Girona. Solo en Figueres (Alt Empordà) se efectuaron al menos 171. El paseo de la Rambla de la ciudad, construido sobre el cauce fluvial, se convirtió en un auténtico río, hasta el punto de que parte del suelo cedió y originó un socavón de diez metros de largo y cuatro de ancho que se llevó por delante árboles y mobiliario urbano. Anoche, una nueva filtración de agua en la estación del AVE de Girona dejó las vías completamente inundadas y obligó a suspender la circulación de trenes entre Barcelona y Figueres. Un grupo de 185 pasajeros que ya había embarcado en el tren tuvo que bajar y desplazarse hasta la capital catalana en un ferrocarril regional.
Los Bomberos y los Mossos d’Esquadra recibieron el aviso de la desaparición de la joven a las 14.08. La chica, vecina de Girona, había salido de excursión con un compañero de trabajo y sus dos hijas menores de edad. Al parecer, intentaron cruzar la riera de Llierca, que bajaba a rebosar y con fuerza, y la corriente arrastró a los dos adultos. Tras ser arrastrado unos 500 metros, el hombre consiguió agarrarse a la rama de un árbol y salir del agua. Inmediatamente fue a buscar a sus dos hijas y a pedir ayuda. Al oscurecer, los equipos de emergencia suspendieron la búsqueda hasta hoy.
El fuerte temporal de levante causó multitud de daños materiales en campos, casas, pabellones municipales, iglesias, coches o puertos y obligó a cortar carreteras y a desalojar vecinos. En decenas de municipios las calles se convirtieron en rieras. Los sistemas de alcantarillado no eran capaces de asimilar toda el agua de la lluvia. Protección Civil estimó que una vez termine el temporal se habrán acumulado más de 200 litros en el Alt Empordà, la Garrotxa y el Ripollès.
Vilafant (Alt Empordà) fue una de las localidades que acumuló una mayor cantidad de lluvia en 24 horas, alrededor 180 litros por metro cuadrado. A Pilar, por ejemplo, el agua que le inundó el sótano le entró por el tubo de desagüe de la lavadora. “Me fui a dormir tranquila porque estaba todo bien cerrado, y hemos encontrado por la mañana un palmo de agua que entró por la lavadora”, explicaba angustiada. En Vilafant, de 5.700 habitantes, se decretó la emergencia a las 4.00 del domingo, después de que “de las dos a las cuatro de la madrugada fuera un caos”, según la segunda teniente de alcalde, Marisa Resta.
La concejal de Vilafant Marisa Resta explica que durante la noche “era imposible transitar”. Un grupo de jóvenes que había salido de fiesta tuvo que aguardar en el Ayuntamiento al no poder llegar a sus casas, y los guardias municipales llevaron a dos personas al hospital, una pequeña con un ataque de epilepsia y un vecino que cayó dentro de un embornal al intentar ayudar a otro. “Ha habido muchos nervios, durante la madrugada estábamos todos en las calles”, explicó la concejal.
El caos se repitió en numerosas localidades de la comarca. Cabanes (Alt Empordà) llegó a acumular 186 litros por metro cuadrado, según el Servicio de Meteorología de Cataluña. El Ayuntamiento de Figueres incluso estudiaba ayer pedir la declaración de zona catastrófica por los daños sufridos. En Vilabertran, el suelo de piedra de la iglesia románica quedó cubierto por un metro de agua. “Los campos se han convertido en grandes lagos”, describió el alcalde, Martí Armadà, que explicó que las cuatro casas ubicadas en la parte más baja del pueblo sufrieron también importantes inundaciones.
En Cadaqués, el sistema de alcantarillado no daba abasto y muchas tapas de los embornales salían disparadas. La subida del nivel del agua del mar se topó con el agua que bajaba con intensidad por la riera que llega a la playa y el agua, que no tenía por donde salir, se desplazó de forma lateral hasta el paseo, inundando los bajos. “El fuerte temporal de mar ha obligado a cortar al tráfico los viales que rodean la costa en el municipio, y algunas barcas han tenido que ser trasladadas hasta la carretera para evitar daños”, explicó el alcalde, Joan Figueras.
En Vilamalla, una pareja de Mossos d’Esquadra logró escapar durante la madrugada del domingo de una riada que estaba arrollando el coche patrulla con el que comprobaban la inundabilidad de una zona del municipio, informa Alfonso L. Congostrina. Los agentes se vieron envueltos por una subida repentina del nivel del agua y en cuestión de segundos el vehículo dejó de funcionar y el sistema electrónico les impedía abrir las puertas para abandonar el turismo. Los agentes tuvieron que desenfundar sus armas para romper los cristales y poder abandonar el vehículo antes de ser arrollados.
El Servicio de Meteorología prevé que la ‘llevantada’ persista hoy en algunas zonas
También el Port de la Selva fue castigado por el temporal de levante y el nivel del mar subió tanto que se comió la playa, sobrepasó el paseo y llegó a inundar la principal avenida de la localidad. Los pantalanes quedaron sumergidos bajo el mar, el agua sobrepasó el nivel del suelo del puerto en varios puntos y efectivos de Protección Civil y de la policía municipal estuvieron durante la madrugada achicando agua de bajos y limpiando embornales.
El temporal no solo afectó a la provincia de Girona, sino que también fue intenso en la Cataluña central y en las comarcas del Ebro, donde los bomberos tuvieron que realizar cinco salidas. Por la tarde, las lluvias fueron intensas especialmente en el prelitoral y en la costa barcelonesa. El Servicio de Meteorología preveía que el temporal persista hasta hoy, sobre todo en las zonas costeras, donde