Originario del Sur de Jamaica, el Huracán Mitch alcanzó su máxima fuerza cuatro días después con rachas de 288 kilómetros por hora, antes de precipitarse sobre América Central el 30 de Octubre de 1998.
La totalidad de Honduras, incluyendo la isla de Guanaja, fue severamente dañada por el huracán, barrida por dos días de vientos destructivos, lluvia torrencial y deslizamientos de fangos que aplastaron ciudades enteras, matando a varios miles de personas y dejando más de un millón de víctimas. En los meses que siguieron al desastre, la población tuvo que enfrentarse a escasez de agua potable y a estallidos de epidemias. Mitch ha sido el huracán más destructivo que ha golpeado Honduras desde el Fifi en 1973. Destruyó el 70% de las plataciones de plátanos y café, los principales cultivos para exportación, y hundió al país, ya uno de los más pobres del mundo, en un caos