Un susto al volante de gran calado
Un conductor sufrió un accidente al perder el control de su vehículo, que terminó sumergido en la piscina del chalé contra el que se empotró.
En la residencia no había ninguna persona en el momento en el que ocurrió el siniestro.
Los resultados de la prueba de alcoholemia practicada al conductor fueron negativos.
No hubo heridos, pero el susto debió ser de órdago. En unos segundos pasó de circular por una calle de Marbella a comprobar como el vehículo que conducía se hundía en el agua. Con él en su interior. El agua, eso sí, era dulce.
No había marea ni fondo marino, salvo el azul de los azulejos de la piscina a la que se precipitó el automóvil tras empotrarse contra un muro e irrumpir en un chalé. En la residencia, afortunadamente, no había nadie en el momento del accidente.
El aparatoso siniestro tuvo lugar el pasado sábado en la zona de Huerto del Prado, al norte de la ciudad, cuando el conductor perdió el control del vehículo por causas que se desconocen. Las primeras hipótesis apuntan a una mancha de aceite en la vía, según señalaron fuentes policiales, que informaron a este periódico que los resultados de la prueba de alcoholemia practicada al accidentado fueron negativos.
El automóvil colisionó contra la tapia de un chalé, pero el impacto no frenó al turismo, que prosiguió su marcha por el interior de la residencia hasta que cayó a la piscina, donde comenzó a hundirse. El conductor pudo abandonar el coche de inmediato, calado hasta los huesos pero sin lesiones, por lo que no necesitó asistencia sanitaria. Lo hizo a través de la ventana del piloto, que permanecía abierta.
«De no haber sido así, la presión del agua le habría impedido salir del interior del vehículo», explicaron a SUR fuentes del Parque de Bomberos de Marbella, cuyos efectivos acudieron al lugar del suceso ante un posible rescate. Fueron los responsables de comprobar que bajo el automóvil no había quedado atrapada alguna persona que se encontrara en la piscina en el momento del accidente. El inmueble, sin embargo, se encontraba entonces vacío, según apuntaron fuentes policiales.
Pero el escenario cambió poco después de que el conductor del turismo saliera a nado de la piscina. Además de los bomberos, hasta el lugar del siniestro se desplazaron también agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía. También los operarios de la grúa encargada de sacar el vehículo del agua, lo que no resultó una tarea fácil.
No faltaron además vecinos y curiosos dispuestos a contemplar la curiosa imagen que dejó un accidente de tráfico que terminó en chapuzón veraniego.
Diario Sur
Un susto al volante de gran calado. SUR.es