Al menos 27 personas han muerto, nueve permanecen desaparecidas y más de 645.137 se han visto afectadas en Filipinas por una tormenta tropical que recorre el norte del archipiélago.
Las últimas víctimas registradas por el Consejo Nacional de Gestión y Prevención de Desastres son los cinco miembros de una familia, incluido un niño de un año, sepultados por un corrimiento de tierra en la provincia de Catanduanes, al este del país.
Otra niña de 13 años, pereció ahogada a primera hora de la mañana en la provincia de Quezon.
A lo largo del día los equipos de rescate han sacado el cadáver de un minero del túnel de un yacimiento que se derrumbó la víspera en la provincia de Camarines del Norte (este) a causa de la copiosa lluvia y los fuertes vientos que acompañan a Nock-ten o "Juaning", como llaman los filipinos a esta depresión tropical.
Las diez víctimas restantes, que han fallecido ahogadas, sepultadas por desprendimientos de tierra o golpeadas por postes o árboles derribados por el vendaval, residían en las provincias orientales de Albay, Catanduanes y Camarines Sur, dos en Marinduque e Iloilo, en el centro del país, y otras dos en Cavite, cerca de Manila.
De momento no se conoce el paradero de las nueve personas que permanecen desaparecidas en las regiones del este y centro del país, ni el estado de los 31 heridos a causa del temporal.
Un total de 645.137 personas han resultado afectadas por las inundaciones sufridas en diversos puntos de la zona oriental del archipiélago y los múltiples desprendimientos de tierra.
La tormenta tropical, ha causado el cierre de escuelas en buena parte del país, la cancelación de más de veinte vuelos y ha dejado sin electricidad a varias zonas de la isla de Luzón.
El servicio meteorológico de Filipinas informó de que "Juaning" ha perdido algo de fuerza y se encuentra a unos 60 kilómetros al noreste de Baguio, en el norte de Luzón, con vientos sostenidos de 85 kilómetros por hora.
La tormenta saldrá del país entre esta noche y la madrugada del jueves si no varía el rumbo.
Cada año, entre 15 y 20 tifones pasan por Filipinas durante la estación lluviosa, que comienza entre mayo y junio y finaliza en octubre o noviembre.
Los expertos de las agencias internacionales identifican el chabolismo como el principal factor de estos desastres naturales que afectan al país y que evidencian el pésimo estado de las infraestructuras, así como la falta de preparación y medios de la Administración para responder a las urgencias.